La urgencia del parlÊtre. Gustavo Sobel

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Estamos y estaremos en la época del parlêtre en la medida en que produzcamos una clínica psicoanalítica acorde a las demandas actuales.
Miller en "El inconsciente y el cuerpo hablante" plantea una ruptura en el modo que se practica el psicoanálisis desde la época en que Freud lo inventó hasta la actual que, entre otras cosas, se puede medir desde la represión sexual de la época victoriana a la difusión masiva de la pornografía en la actualidad. Al respecto afirma: "De [la reina] Victoria al porno, no sólo hemos pasado de la interdicción al permiso, sino a la incitación, a la intrusión, a la provocación, al forzamiento" 1.

Efectivamente, el mundo actual poco tiene que ver con la época victoriana, pero tampoco tiene mucho que ver con el mundo en el que Lacan propuso su retorno a Freud. En aquella época, aún en un mundo en que los movimientos de liberación -los feminismos- permitían avizorar la declinación de la función paterna, las formas clásicas de los síntomas (las neurosis y las psicosis) se sostenían como un mainstreet del malestar en la cultura.

La satisfacción sustitutiva del síntoma neurótico en su forma de anudamiento clásico, bajo el significante Nombre-del-Padre, le aportaba al sujeto del siglo XX una condensación de goce que era sostén de su lazo social. En la clínica actual se verifica que esto ha dejado de tener ese lugar prevalente en la funcionalidad del lazo social. Algo parecido sucede con el síntoma psicótico que, al igual que en la neurosis, se encuentra modificado en su forma en el mundo contemporáneo. Para dar cuenta de ello basta ver los cambios que se han producido en las poblaciones de las instituciones de internación; donde cada vez se verifica más que no es el síntoma psicótico per se el que requiere de estos dispositivos asistenciales, sino que esa demanda se articula ahora a los sujetos con un goce desregulado, sin que necesariamente presenten los fenómenos forclusivos. En el siglo XXI "Todo el mundo es loco", por supuesto la neurosis y las psicosis existen, pero su uso resulta cada vez menos operativo para dar cuenta del malestar contemporáneo.

Esta transformación de la clínica actual es concomitante con lo que sucede en la sociedad. En la actualidad, las instancias interdictivas pierden la prestancia imaginaria de otrora, produciendo una transformación en la modalidad de los imperativos de goce que se presentan más prescindentes de la figura del superyó. Esto no vuelve al imperativo "¡Goza!" menos presente en la cultura de nuestro siglo, más vale todo lo contrario. Las prohibiciones y los mandatos que daban consistencia al Otro, y que fenoménicamente se representaban con una voz interior que colisionaban con los deseos del sujeto, se transforman hoy en imágenes que las pantallas nos devuelven. Desde allí el sujeto es mirado con el soporte de un algoritmo que se le impone su programa de goce funcional al mercado.

Es interesante detenerse,en este punto, sobre las transformaciones de los reclamos, las demandas, que los seres hablantes presentan en la hipermodernidad a su nuevo amo Google. En tal sentido, llama a la reflexión que la Corte Suprema de Justicia de Argentina anuncie, para este año, que va a fallar sobre el reclamo de una usuaria de Google sobre lo que se da en llamar el "Derecho al olvido".

Dicho planteo jurídico se presenta como el revés del derecho a la memoria, cuestión por demás sensible a la historia reciente de la Argentina. La memoria como una vía que permitiría recuperar esa verdad reprimida ha quedado transformada, en este nuevo orden, en un reclamo de "Derecho al olvido". De tal modo que, en la actualidad, también está subvertida la función del recordar como Freud la planteo en su momento; en su lugar surge la urgencia del sujeto contemporáneo de poder olvidar, que el amo no lo obligue, todo el tiempo, a recordar lo que fue.
Es este estado de situación en el mundo contemporáneo que nos lleva a plantear, con Miller, que también el psicoanálisis cambia; un hecho que se verifica en nuestros consultorios y que nos plantea la necesidad de contar con los elementos conceptuales que resulten operativos al real del siglo XXI.

Es en tal sentido que Miller se interroga: "¿Qué mejor manera de decir que tenemos la impresión de algo nuevo y, con ello, sentimos la necesidad urgente de una puesta al día?" 2. Responder a esta pregunta implica seguir un orden estricto: de la clínica a la teoría. ¿Qué puede aportar sobre este punto la clínica de la urgencia?

Lacan, en el "Prefacio a la edición inglesa del Seminario 11" plantea que: "La oferta es anterior al requerimiento de una urgencia que uno no está seguro de satisfacer, salvo por haberla pasado" 3. Miller, en "El ultimísimo Lacan", resalta el peso teórico que el término urgencia toma al final de su enseñanza. Al respecto afirma que con él se designa un punto de partida que es anterior al significante de la transferencia en su relación con el significante cualquiera, y luego afirma: "Lacan llamó urgencia al final del texto a la modalidad temporal que responde a la llegada, a la inserción de un traumatismo. Descarta de ese modo que la situación analítica este hecho de un encuentro, y designa como pedido de urgencia lo que llamamos la demanda del analizante en potencia."4

Se plantea, con esta afirmación, un nuevo modo de ubicar la urgencia; ya no a partir de la ruptura de la cadena significante, sino articulada al traumatismo, al inconsciente real. Si partimos de esta nueva definición, ahora la urgencia preside, antecede, lo que constituirá la demanda del analizante.

Sobre esta afirmación es que Paula Kalfus realiza la siguiente observación: "Casos de urgencia: no va de suyo que quienes nos demanden atención se constituyan en casos de urgencia. ¿En qué estriba ésta? Jacques-Alain Miller propone que la urgencia es la demanda del analizante en potencia, lógicamente anterior al establecimiento de la transferencia."5 Para preguntarse luego: "¿Cómo hacemos el par con estas demandas para elevarlas a la categoría de caso, de caso de urgencia, tal como nos enseña Lacan?" 6.

Kalfus señala esta diferencia entre la urgencia y el caso de urgencia. Entonces, si alguien urge en su demanda de atención (subrayo aquí demanda y atención) aun no es un caso de urgencia. ¿Qué es lo que hace falta para que lo sea? Que esta urgencia, como dice Miller, se enlace transferencialmente.

Por lo tanto no basta con la demanda, es necesario además que el analista esté ahí para prestar atención. Pero, ¿a qué presta atención el analista? Este prestar atención se dirige a eso que empuja en quien consulta y que denominamos urgencia. En la medida en que eso que requiere en él se aloja en la transferencia, se dan las condiciones de posibilidad para que se introduzca un nuevo lazo, un nuevo amor, el inconsciente en tanto transferencial. El prestar atención -término en el que hace foco Miller en la enseñanza del ultimísimo Lacan- entiendo, implica un pasaje de la urgencia, que preside todo análisis, a la constitución del "caso de urgencia."

La pregunta propuesta por Kalfus:"¿Cómo hacemos el par con estas demandas para elevarlas a la categoría de caso de urgencia, tal como nos enseña Lacan?" se sostiene de una afirmación: Hay que hacer par con la urgencia de quien nos demanda. Esto requiere por parte del practicante de la docilidad necesaria para dejarse enredar en la urgencia del analizante en potencia. En ese encuentro entre la urgencia de satisfacción y un analista, está la condición de posibilidad para el comienzo de un análisis y sus consecuentes efectos terapéuticos.

Entiendo que es en esta perspectiva que podemos leer la afirmación de Miller, en la conferencia de presentación del tema para el congreso de la AMP del año 2016, cuando plantea: "Antes se hablaba de las indicaciones de análisis. Se evaluaba si determinada estructura se prestaba al análisis y se indicaba cómo negar el análisis a quien lo pedía por falta de indicaciones. En la época del parlêtre, digamos la verdad, se analiza a cualquiera. Analizar al parlêtre exige jugar una partida entre delirio, debilidad y embaucamiento."7
Por lo tanto y para concluir, digamos que se trata para el psicoanálisis, hoy por hoy, de cómo incidir sobre las urgencias contemporáneas. Para eso es necesario encontrar la buena manera de hacer el par con la urgencia de quienes nos requieren. Pausa es una propuesta que se orienta en esa dirección.

Marzo 2022.

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  • Miller, Jacques-Alain. "El inconsciente y el cuerpo hablante".Presentación del tema del X Congreso de la AMP en Río de Janeiro, 2016. leer aqui
  • Miller, Jacques-Alain. Op. Cit.
  • Lacan, Jacques. Prefacio a la edición Inglesa del Seminario 11. Otros Escritos. (2012) Paidós. Bs. As.
  • Miller, Jacques-Alain. I. El esp de un Laps.El Ultimísimo Lacan. (2013) Paidós. BS. AS
  • Kalfus, Paula. Argumento de la Jornada "Fragmento de real en casos de urgencia" Pausa. 2014. Inédito
  • Ibídem
  • Miller, Jaques-Alain. Op.Cit