CONVERSACIÓN DEL EQUIPO DE PAUSA CON FABIÁN NAPARSTEK*
Clínica universal del delirio**

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Es un gusto estar acá. Quiero agradecer la invitación a la Dirección de PAUSA, los responsables del seminario y especialmente a Fernanda Mailliat porque hoy tuve un día un tanto complicado y ella colaboró para facilitar algunas cosas y poder estar acá.

Como en el día complicado tuve algunos huecos por las mismas complicaciones, pude rever el texto "Ironía"1 y decidir hacer otra cosa. Un poco por las complicaciones y otro poco porque encontré algo -al menos novedoso para mí- en este texto que hemos leído muchísimas veces. Les digo hacia dónde voy. Desde que surgió la propuesta de Miller para el próximo Congreso de la AMP, me vengo planteando una pregunta respecto del delirio; específicamente respecto de la esquizofrenia. La pregunta es: ¿todos delirantes, o todos salvo el esquizofrénico?

Me interesa resaltar la respuesta que Miller da en "Ironía". La otra cuestión que voy a poner en el horizonte, es si todo delirante está del lado de la indicación que Lacan retoma de Freud, todo es sueño. Es decir, Lacan deduce que todo es sueño, entonces todo es delirante. Pero uno podría decir: si todo es sueño, también todos alucinados. Entonces, todos estamos del lado de la alucinación. Eso no lo vamos a desplegar hoy, pero me parece interesante pensarlo. Habría que hacer un trabajo sobre las alucinaciones.

Respecto del texto, hoy pude ver con más nitidez que está dividido en dos. Yo nunca había pescado eso, no es un gran encuentro, pero para mí fue un hallazgo. El texto va siguiendo a Freud hasta un punto y luego sigue con Lacan. Miller ubica el cambio respecto del objeto a. Dice, hasta aquí estamos en el espacio freudiano y ahora viene Lacan. No es que antes no estaba Lacan, es que Lacan lo sigue a Freud hasta ahí. Entonces, ¿en qué sigue a Freud? En la clínica del significante respecto de la neurosis y la psicosis, el Nombre del Padre, primera enseñanza de Lacan. Y en ese camino, la cuestión es que el significante no tiene referencia.

Ustedes tomaron "La pérdida de la realidad en neurosis y psicosis",2 pero el texto que acá sigue Miller, no es ese sino "Lo inconsciente".3 El planteo es que el significante no tiene un referente, no tiene una referencia, sino que el significante se liga con el significante. Esto está en el fondo de la cuestión que está planteando. Es muy interesante porque le da una vueltita a la asociación libre. Miller dice, asociar libremente quiere decir: olvídense del referente. Como si dijera, a mí lo que me interesa es que Ud. junte significantes, no otra cosa. En ese camino ubica la cuestión de que todo discurso es una defensa.

En este punto abro un paréntesis para ponerlo al debate. Si sólo tenemos defensas discursivas y si no hay otro tipo de defensas, entonces todo discurso es una defensa; pero como el esquizofrénico está fuera del discurso, entramos en duda de si el esquizofrénico tiene una defensa al menos discursiva respecto de lo real. Esta es una posición de Miller muy firme. Lo retoma en varios lugares, por ejemplo, en El partenaire síntoma.4Allí lo dice con todas las letras como lo dice acá. Plantea que el esquizofrénico es el único sujeto que no se defiende de lo real por medio de lo simbólico. Lo señala cuando está trabajando la cuestión de perturbar las defensas, porque -a mi gusto- es una indicación clínica. No vayan a pretender perturbar una defensa en la esquizofrenia es una indicación a ser precavidos. No hay qué perturbar porque no tiene defensa. ¡Ojo con pretender hacer eso!, porque puede llevar a lo peor en la esquizofrenia. Toma la indicación de los Escritos, de la respuesta a Jean Hyppolite5 donde dice que todo lo simbólico es real6. Me detengo en ese punto.

En los Escritos la indicación de Lacan es muy precisa, allí toma las frases truncas de Schreber que son un S1 y puntos suspensivos.

S1…

Hay una descripción de Schreber que es fantástica. Él mismo explica que cuando aparecía la frase quedaba al filo de la vida y da cuenta de la angustia que eso le producía. Uno podría decir que Schreber tiene peores problemas que esas frases truncas, pero nos interesamos en ellas porque cuando aparecían lo confrontaba con el agujero. Son un fenómeno verdaderamente angustiante para el sujeto. Él dice que estaba compelido a buscar el final de la frase.

Podríamos pensar que cuando encuentra el final de la frase, pone un S2, pero esto no es tan claro. Aquí surge otra pregunta, ¿ese S2 que coloca, es por un trabajo subjetivo o le es tan impuesto como el S1? ¿El final de la frase, se lo dice Dios o es una elaboración? ¿Se entiende lo que estoy planteando?

-Mariana Schwartzman: Lacan dice que es una metáfora de hierro.

F.N.: Hay que leer a Schreber cuando dice que eso le vino de Dios. Él mismo expresa que eso le es tan impuesto como el S1. Por eso hay que preguntarse si es un S2 o no. Si le es tan impuesto, podría ser otro S1, nada más que tiene la capacidad de capitonear algo en el discurso.

En la respuesta a Jean Hyppolite, Lacan llama a ese significante suelto, a ese S1, pre significante. Creo que es la única vez -por lo menos hasta donde yo leí- que habla del presignificante7.

¿A qué se refiere con el presignificante? Al significante desenganchado, suelto. A mi gusto, es un antecedente a lo que después va a ser lalengua. Cuando dice que todo lo simbólico es real, ¿a qué se refiere? Al estado del significante desenganchado. Hay significante, pero está en estado desenganchado. En otras palabras, para que lo simbólico no sea real, para que lo simbólico pase al estado del semblante o al estado del sentido, tiene que engancharse. Si no hace una mínima cadena, lo simbólico es real.

¿Qué le retorna en lo real al psicótico? Significantes en un estado desenganchado, por eso afirmamos que es un retorno en lo real y destacamos el efecto de certeza que eso tiene para el psicótico.

Miller dice: "en lo que llamo la clínica universal del delirio, el esquizofrénico ocupa un lugar que se podría llamar de exclusión interna".8 O sea, el esquizofrénico en esta clínica universal del delirio tiene un lugar de exclusión interna. Continúa: "si el esquizofrénico es ese sujeto para el que todo lo simbólico es real, a partir de su posición subjetiva, es cuando puede parecer que para los otros sujetos lo simbólico sólo es semblante".9 Aquí marcamos una diferencia, lo simbólico puede estar en estado real o en estado de semblante. Uno podría decir, lo simbólico es real o es semblante.Por consiguiente, la clínica universal del delirio es cuando lo simbólico es semblante.

-Claudia Gambardella: ¿Por qué sería "de semblante"? ¿No sería delirio?

F.N.: Sí, también delirio. Sí, eso es delirio. Cuando lo simbólico está en estado de semblante, es delirio. Puede ser un delirio paranoico, neurótico, perverso... el que sea. Pero ahí tiene el valor de semblante. Se transforma en semblante cuando hace una mínima cadena 1 y 2.

Agrega Miller: "llamo aquí esquizofrénico al sujeto que no evitaría lo real".10 Vale decir, no tiene defensa ante lo real. Continúa JAM: "Esto es el parlêtre a quien lo simbólico no le sirve para evitar lo real, porque lo simbólico mismo es real. Si no hay discurso que no sea de semblante, hay un delirio que es de lo real y es el del esquizofrénico".11

Antes destacaba la exclusión interna, aquí lo que está planteando es que si el esquizofrénico también es delirante, es delirante de otra manera. Es un delirio de lo real, que no hace lazo social. En este punto da una respuesta un poco diferente. Lo menciono porque me parece que son matices de la clínica que nos sirven. Eso pone en el horizonte, a mi gusto, si la locura es equivalente al delirio o si hay una locura que no es delirante.

Hay que leer un antecedente fantástico. En Mi enseñanza12, hay muchas referencias de lo que trabaja Miller en Ironía. Cuando Lacan plantea la cuestión del delirio, ¿con qué está haciendo oposición? Está haciendo oposición con los animales, que no son delirantes. Si no hacemos oposición entre neurosis y psicosis, en algún lado tiene que estar la grieta, para decirlo de alguna manera [risas]. Si no es la grieta entre neurosis y psicosis, es la grieta entre el parlêtre y los animales. El parlêtre es delirante, los animales no son delirantes. También aparece de costado la cuestión de las máquinas, las computadoras.

Hay varias indicaciones respecto de la locura en Mi enseñanza, yo lo trabajé bastante en mi seminario diurno13 y les puedo dar algunas referencias. Lacan dice que una sociedad humana siempre ha sido una locura. Estos dichos son del 68, es decir, son 10 años antes que sostenga que todo el mundo es loco. Lacan pone mucho énfasis en todo el mundo en esta época y tras cartón, da la referencia de por qué los animales no están locos. Habla de la locura y de la imbecilidad, que es una referencia del Seminario 22. La idea del Lacan de esa época es: porque el significante toca el cuerpo, hay goce y el goce nos hace imbéciles. Aquí sí la comparación es con las máquinas. Las máquinas pueden fallar, nosotros somos imbéciles. Es decir, el auto autónomo puede fallar, pero nosotros podemos tomar alcohol para manejar y… son dos cosas bien diferentes. Una cosa es que falle la máquina, otra cosa es tomar alcohol; lo digo así para nombrar algo del goce que siempre es el goce del idiota, de la imbecilidad.

Cuando se empieza a hacer un análisis, uno piensa que es un poco un imbécil. Es una sensación que frecuente que se tiene en algún momento en el análisis, cuando se cae en la cuenta que se está haciendo lo contrario de lo que supuestamente se quiere hacer. Lacan acá insiste con eso y con que uno dice boludeces en el análisis.

Finalmente, lo que ubica es que al tiempo que se hace universal la locura, el punto de locura propio es lo más difícil de ubicar en el análisis para cada quien. Y también es lo más difícil de ubicar para un analista con cada uno de sus analizantes. Cuando Lacan dice que De Clerambault fue su maestro, yo siempre entendí que era su maestro porque le enseñó el automatismo mental, pero acá dice que no. Bueno, no dice no porque Lacan nunca dice que no a lo que dijo antes, siempre va para adelante. ¡No es Freud! No es el judío que se agarra la cabeza y dice: ¡Me equivoqué! antes decía que la angustia era tal cosa y ahora me doy cuenta que no! Lacan dice que De Clerambault es su maestro porque le enseñó a estar frente al loco. Y destaca que eso es lo más inquietante que hay en el mundo.

-Mariana Schwartzman: ¿Cómo pensar que lo más difícil de buscar en el análisis es el punto propio de la locura?

F.N.: A mí me da la impresión que hay que separar el delirio de la locura. Hay un punto de locura que no es delirante. Es sin palabras o es el Uno suelto. A ese punto de locura pongámosle un nombre según el momento de la enseñanza Lacan, en la última enseñanza sería "acontecimiento de cuerpo", ese es el punto de locura. Por eso me parece que vale la pena hacer la distinción de matices entre el delirio y la locura. El delirio siempre da sentido y produce un lazo, en cambio el punto de locura de cada quien no produce lazo. A partir de un análisis, uno podría encontrar la manera de establecer un lazo con el Otro a partir de su locura. Es una manera de definir el sinthome.

-Claudia Gambardella: ¿Eso puede ser tan inquietante?

F. N.: Para Lacan sí, lo más inquietante del mundo. Y no solamente para él, como analista también. Lacan tenía la idea de que los que estaban más preparados para enfrentarse a ese punto de locura eran los que habían terminado el análisis. Lo plantea con todas las letras en el Pequeño discurso de los psiquiatras.14 Se dice que de los AE se puede esperar que interpreten a la Escuela, que den cuenta de cómo pasaron de analizante a analista, etcétera, pero Lacan decía que de ellos se espera que puedan enfrentarse a la locura. Lo dice claramente, hay que estar analizado para poder enfrentarse a ese punto de locura, al loco. Cuando dice al loco no es tanto la locura. Yo digo la locura, pero a mí me parece que cuando dice al loco es a un loco en concreto de carne y hueso. La locura es, yo qué sé… ¡la Argentina es una locura! Y bueno… nos metemos en el delirio argentino, vivimos y vamos para adelante; otra cosa es el loco. La idea de Lacan es que es justamente por eso que se encerró a los locos. Esta es una respuesta de Lacan a Foucault.

Este es un momento donde Lacan ubica como partenaire a los psiquiatras. Les lo leo, dice en la página 102: "Pueden notar en mis escritos, mi estupor cuando leo cosas que ha elucubrado mi querido amigo, entre paréntesis, lo adoro, Henry Ey". Continúa, "para él se trataba de civilizar a los psiquiatras". Civilizar a los psiquiatras es meterlos en un delirio. Civilizar a los psiquiatras es hacerlos delirantes. Y agrega, "entonces, inventó el órganodinamismo, asunto completamente rebuscado que no se parece a nada".15 La idea de Lacan acá es que todo eso está al servicio de no hacer frente al loco, de defenderse del loco y ubica a De Clerambault como el único que le hacía frente a la locura y que a él le enseñó a hacer frente al loco.

-Gustavo Sobel: Entonces, no se trata del mismo loco cuando se dice "todo el mundo es loco" que cuando Lacan señala enfrentarse al loco.

F.N.: Entiendo que si uno dice que todo el mundo es loco y nos armamos un delirio es para hacer frente a esa locura. Para tener una manera civilizada -como dice Henry Ey- de enfrentar a eso loco.

-G.S.: ¿Habría el loco a lo esquizofrénico y el loco a lo delirante?

F.N.: Sí, pero mi idea del asunto, es que todos partimos de la esquizofrenia y nuestro punto de locura es lo más esquizofrénico que tenemos. Eso se encuentra en el síntoma de cada quien.

Retomemos "Ironía" en el punto donde Miller hace referencia a las frases interrumpidas de Schreber. Todo esto va por la vía significante, por lo tanto, en el esquizofrénico -de la primera enseñanza de Lacan- no haría metáfora delirante. Llega a este punto y dice: hasta ahí estamos aún en el espacio freudiano. ¿Qué es lo nuevo? El objeto a. Les leo: "lo que es de Lacan, propiamente hablando, es la introducción de una referencia de tipo nuevo, que nace de la articulación misma. No es una referencia que ya estaría allí y que se la podría representar, o de la que se podría decir "no hay". Esta referencia de tipo nuevo, nacida de la articulación, es lo que Lacan llamó `el objeto a´´".16

Del lado de la lógica significante, estamos del lado del no hay, no hay referencia. Esto se puede leer de diversas maneras: castración, menos phi, no hay y cómo el sujeto mismo, porque el sujeto es un vacío. En cambio, del lado del a aparece lo que hay. Habla de la cuestión de la consistencia lógica, del a, del fantasma y de la ontología, que es adonde va a ir a parar en El ser y el uno17. Esta es una época de Miller donde está empezando Del síntoma al fantasma. Y retorno,18 el comienzo de la segunda serie del curso de Miller, donde la cuestión está centrada en que Lacan no es solo significante, hay objeto a. Son pocos los lugares donde lee el Pequeño discurso a los psiquiatras. Yo no encontré más referencias que este texto y "Sobre la lección en la psicosis"19 que es de la misma época.

Miller sigue la lógica a partir del objeto a apuntando que "la psicosis es esa estructura clínica en que el objeto no está perdido", es lo que hay, pero como perdido en la neurosis y prosigue, "en la que el sujeto lo tiene a su disposición. Es por eso que Lacan podía decir que el loco es el hombre libre".20 A esta altura del texto hace una diferencia con la paranoia subrayando que la esquizofrenia no tiene otro Otro que lalengua y que en la paranoia hay un Otro y ese Otro es real, "incluso es un goloso del objeto a", dice.

¡Es fantástica la referencia! Por la vía del objeto a, la defensa es hacer una operación para que exista el Otro y poner el objeto a en el campo del Otro. Esta es la defensa propiamente neurótica y agrega, la transferencia es eso. En La transferencia negativa,21 Miller explica que cuando alguien tiene transferencia, es porque está esperando algo; una cosa pequeña, el objeto a del Otro. La saca del lado del sujeto supuesto saber. Eso en la neurosis.

Cuando decimos la libertad del loco, la libertad es respecto del gran Otro, es libre del gran Otro, pero padece la presencia del objeto a. Es una libertad insoportable, no es una libertad planteada en términos positivos, es verdaderamente insufrible esa libertad.

Volvamos a nuestro texto de referencia. Miller avanza un poco más y sostiene: "Lacan proponía, como definición de la clínica psicoanalítica, `lo real como lo imposible de soportar´. Eso muestra muy bien que las for­mas clínicas sólo eran para él modos de defensa contra lo real, hasta el caso límite llamado esqui­zofrénico, en el que el sujeto aparecía sin defen­sa ante lo imposible de soportar"22 y en un momento dice casi que la esquizofrenia sería la psicosis.

-Mariana Schwartzman: En "La interpretación al revés", dice que la dirección de la cura es justamente ir al fenómeno elemental, apuntar a eso.

F.N.: En algunos testimonios de pase se escucha un relato donde todo va muy bien en términos de: papá, mamá, me pasó, no me pasó, me dijo, no me dijo, pero de repente dan un salto hacia algo que es creer o reventar. Le creés al AE o no, cuando dan un salto por fuera del sentido. En otras palabras, todo el cuentito viene muy bien y además, uno podría identificarse en algún punto o sentirse tocado. Hay testimonios que hacen que la gente llore, otros que se rían, pero cuando se refieren al punto de locura -en el sentido más esquizofrénico- de cada AE, es creer o reventar.

-Lilian Trejo: En la"Conferencia en Ginebra", Lacan ubica el fenómeno psicosomático en la psicosis, como una respuesta no delirante, como una defensa ante lo real que condensa algo en el cuerpo.

F.N.: Sí, pero ahí -no lo tengo tan presente- está más del lado de la holofrase. Habría que ver qué diferencia hay entre un significante suelto y la holofrase. Se entiende que en el fenómeno psicosomático el significante agarra el cuerpo. Es para trabajarlo.

-Dolores Amden: En la lista de las forclusiones no aparece el fenómeno psicosomático, como un efecto de la forclusión generalizada.

F.N.: Habría que ver cómo pensar esa relación entre un significante suelto, un S1 suelto y la holofrase. Pienso en voz alta, el fenómeno psicosomático localiza algo y lo que encontramos como efecto del S1 suelto es que deslocaliza todo. El delirio, entre otras cosas, tiene el efecto de localización de algo, en cambio el S1 suelto, no. Estoy oponiendo las respuestas que son localizadoras de las que deslocalizan. Aquello que deslocaliza y aquello que permite localizar algo. De hecho, nosotros para trabajar con un paciente tenemos que localizar algo, si no…Nosotros preguntamos, ¿a usted qué le pasa? Hay pacientes que responden, "la vida" y entonces le decimos ¿desde cuándo le pasa la vida? Nosotros tratamos de localizar algo con todas nuestras preguntas, si no, no podemos ni empezar a hablar.

Como sostiene Lacan, el estrago es mucho peor que un síntoma porque el síntoma es algo localizado y el estrago no. Por ejemplo: una cosa es decir que le tengo miedo a una ola y otra cosa es que venga el tsunami. La ola se puede barrenar, en cambio el tsunami…

Una cuestión más. Además de "Ironía" ustedes habían trabajado el texto "La pérdida de la realidad en la neurosis y en la psicosis". En lo que llamamos con Freud la realidad -que es la realidad psíquica- ahí sí tenemos un delirio. Freud logra ubicar que puede haber delirio en la psicosis y en la neurosis, haciendo sus salvedades, por supuesto. Además, Freud afirma que en la psicosis el delirio funciona como un parche. Me encanta la figura del parche porque es lo que viene a tratar de tapar un agujero.

-Mariana Schwartzman: Pero dice que en la esquizofrenia eso fracasa, porque hay alucinación, entonces fracasa el parche, la reconstrucción de la realidad.

F.N.: Pero ahí entramos en el campo de la alucinación y habría que ver. Hay alguna alucinación que al sujeto lo deja frente al agujero y hay otras que producen un efecto imaginario de tapón. Está en Freud aunque no lo diga en estos términos [tapón].

-Nicolás Mascialino: No dice tapón, pero dicen que van en el sentido de la reconstrucción.

F.N.: Freud tiene una idea muy clara respecto de las irrupciones de lo real en la neurosis. Freud -y me parece que también Lacan- sostienen que esas irrupciones tienen un marco imaginario. Ejemplo: la garganta de Irma tiene un marco y además es la alucinación visual, no es la auditiva, la verbal. Otro ejemplo es cuando Freud escribe sobre el olvido del nombre del autor de los frescos de la catedral de Orvieto, Signorelli.23 En el momento que tuvo el olvido, él tenía la imagen del fresco. Es muy interesante porque el olvido es un agujero. Es un fenómeno de la neurosis parecido a este.

S S S S…

Estoy hablando, olvido [escribe los puntos suspensivos en la pizarra]. A esto solemos llamarlo un blanco, "quedé en blanco" se dice, pero es un agujero. Lo interesante es que Freud dice que en ese momento se le aparece la imagen del fresco. Después viene todo lo otro, donde ya se sube a la cadena y le da para adelante.

S S S S… ( imagen del fresco) S S S S S

Mi idea del asunto es que esto es un efecto imaginario que viene a tapar ese agujero. Es decir, que cubre el lugar del agujero. Por eso entiendo que hay alucinaciones que cubren y hay otras que no.

La esquizofrenia no tiene este recurso de la neurosis. Se podría decir que para el neurótico este es un plan B. El plan A es la interpretación, pero cuando estas se la acaban, manoteo lo imaginario para tapar eso. Es por ello que si va a aparecer algo de lo real, aparecerá con una veladura de lo imaginario. Eso hace que, en general, los sueños en la neurosis tengan una perspectiva de alucinación visual. Rara vez van a encontrar una alucinación verbal en la neurosis. Eso los psiquiatras lo sabían muy bien.

Me acuerdo que cuando empecé mi práctica en un hospital, supervisando con un psiquiatra me dijo: ¡para!, ¿escucha voces, o no escucha voces? ¿Se quiere matar o no se quiere matar? Vamos al grano. En un punto, Lacan tiene esa impronta -no de la misma manera, obvio-, pero finalmente, la alucinación verbal cambia las cosas.

-Lilian Trejo: ¿La esquizofrenia está fuera de discurso completamente o es posible hablar de distintos grados?

F.N.: La manera freudiana de entender el fuera de discurso es cuando Freud habla de represión propiamente dicha, en tanto retiro de las catexias del mundo. A eso nosotros lo llamamos desenganche. Para Freud hay psicosis que se vuelven a enganchar y hay otras que no. Cuando Schreber hace un delirio, se vuelve a enganchar. Schreber estaba loco como una cabra, se quería suicidar, estaba medicado a más no poder; es cuando el tipo arma el delirio que se calma, deja de tener alucinaciones y de querer matarse. Freud entiende que el delirio es una curación. Schreber tiene un desenganche y después tiene un re-enganche. Lo que dice Freud respecto de la esquizofrenia es que una vez que se desenganchó, difícilmente se re-enganche.

En algunos de los casos que se presentan en UFORCA24 , se puede ubicar cómo hay reenganches que no son delirantes, que tiene que ver con un saber hacer que podría ser un oficio. Hay que trabajar esa clínica y ver qué encontró cada sujeto.

-Fernanda Mailliat: ¿Esto que decís responde a tu pregunta del inicio sobre las defensas? ¿Si solo tenemos defensas discursivas?

F.N.: Sí, y me parece que no.

Al final del Congreso de la AMP "Las psicosis ordinarias y las otras, bajo transferencia", en Barcelona25, me tocó hacer un raconto de lo que se había dicho durante las jornadas de trabajo. En ese momento me di cuenta que nosotros tenemos una idea de que el enganche con el Otro es bueno, partimos de esa idea.

-Fernanda Mailliat: Está sobrevaluado el enganche con el Otro.

F.N.: Está muy sobrevaluado. Hay una idea muy fuerte de que el enganche hace bien. Eso también está en Freud. No digo que Freud tenga esta idea tan firme, pero se extrae de su lectura de Schreber. ¿Por qué el delirio es curativo? Porque le permite reengancharse con los otros, hacer lazos. Tenemos cierta idea que viene de ahí y en ese Congreso donde me tocó hacer esa tarea, había casos donde se demostraba que mejor no empujar mucho a ese enganche.

-Gustavo Sobel: De hecho la pandemia ayudó a mucha gente a estar mejor.

F.N.: Bueno, ayudó a estar mejor a algunos y a estar peor a otros. Depende de donde te tocó quedarte encerrado [risas].

-Gustavo Sobel: Había gente que le venía bien el aislamiento.

F:N: Sí, se escuchaba a pacientes que mejoraron de un día para el otro. Acuerdo.

-Gustavo Sobel: La virtualidad les sirvió como una solución.

-Fernanda Mailliat: En Schreber hay una recatectización de los objetos en el delirio persecutorio donde se le multiplican Dios y Flechsig. Ahí podemos ver que engancharse no le hizo muy bien.

F.N.: Freud lo dice con todas las letras, la curación es con la megalomanía, no con la persecución. Una cosa que te quiera coger Flechsig y otra cosa que te quiera coger Dios. Son dos cosas diferentes. Para Freud eso es muy claro. Él, según Freud, se oponía a la pasividad con Flechsig y no ya con Dios porque con la megalomanía eso estaba al servicio del bien por la humanidad.

-Miguel Furman: Es creativo, es generar una nueva raza de hombres nuevos. El delirio es supletorio.

F.N.: Si, en ese caso sí. Freud lo dice con todas las letras, no es cualquier delirio.

Hay que tomar en cuenta que los delirios se enganchan con la época y Schreber tenía un delirio muy de su época. Por aquel entonces, hubo un hombre que pensó que podía generar una raza X, que iba a mejorar el mundo y llevó a todos a una guerra mundial con ese delirio. Ahí se ve bien como Schreber no estaba tan fuera de época diciendo que iba a poblar el mundo con una raza nueva.

-Fabiana Frattini: También es cierto que Schreber localiza goce en la imagen del espejo, por eso consiente a mantener relaciones con Dios, porque localiza ese goce en un supuesto cuerpo de mujer. El tipo localiza un goce en esa imagen y arma un cuerpo cuando se ha vestido con aderezos de mujer.

F.N.: Es un buen ejemplo de localización. Schreber se miraba un rato a la mañana en el espejo y es suficiente. Se miraba, decía que las tetas le iban a crecer y después andaba todo el día.

-Mónica Gurevicz: No era esa sensación de voluptuosidad que le resultaba insoportable.

F.N.: Eric Laurent pone en serie a Aimée, Schreber y Joyce, en Estabilizaciones en la psicosis.26 ¿Por qué se curó Aimée? Está la respuesta de la tesis de Lacan sobre la culpa y la autopunición, pero a mi gusto hay un efecto de localización.

-Paula Kalfus: El encierro.

F.N.: El encierro y entrar en la justicia porque ser culpable le permitió localizar algo.

-Fabiana Frattini: No solo alcanza con localizar el goce, sino con construir un cuerpo.

F.N.: Pero construir un cuerpo significa localizar el goce.

-Fabiana Frattini: Es cierto, pero no siempre los intentos de localización de goce en la psicosis logran una localización en relación a la construcción del cuerpo.

F.N.: Los intentos de localización tienen el lugar que tienen y duran lo que duran. Eso enseña la clínica de la psicosis. Eric Laurent lo toma en relación con el alarido de Schreber y lo piensa del lado de una extracción el objeto a, que Schreber no le duró más que un instante .

-Paula Kalfus: Nunca se me había ocurrido relacionar a Aimée y el apaciguamiento en el curso de la justicia con el caso de Althusser.

-Miguel Furman: En El porvenir es largo,27Althusser pide que la justicia lo condene, que no lo deje en inimputable.

F.N.: ¿Por qué no ponerlo en relación con Joyce? Cuando quiere publicar quiere estar en el campo del Otro, busca una inscripción en el campo del Otro. Eso es el lazo con el Otro y lo que llamamos un enganche. La pregunta de Lacan es ¿por qué quiere publicar?

-Mariana Schwartzman: ¿Qué entendés de la propuesta que hace Miller sobre la clínica irónica?

F.N.: Me parece que ustedes algo respondieron cuando trabajaron la distinción entre el humor y la ironía. La clínica va hacia ubicar la inexistencia del Otro, que es lo que produce la ironía. Que es diferente del humor, que implica al Otro. Pensemos cuando Lacan pensó el pase vía el atravesamiento del fantasma que supone separarse del Otro, ¿para qué alguien que padeció de estar enganchado con el Otro y se desenganchó del Otro, tiene que ir a contarle al Otro cómo se desenganchó del Otro? Eso es un reenganche al Otro. La propuesta de Lacan, es que los desenganchados del Otro vengan a reengancharse del Otro, por varias razones. Primero porque si todos van a parar el desenganche del Otro no va a existir institución psicoanalítica, seríamos unos desenganchados. Así al menos, somos unos desenganchados todos juntos. Un poco desenganchados, pero todos juntos. ¡Es una paradoja! Es decir, la ironía puede servir para ubicar que el Otro es un semblante y la ficción del Otro, pero después a algo hay que estar enganchado.

-Gustavo Sobel: El esquizofrénico es el sujeto que no se defiende de lo real, pienso que en la catatonía es cuando más uno puede ubicar eso.

F.N.: Pienso que los Nombres del Padre están sobre la base de la esquizofrenia. Es lalengua, todo el mundo entra por ahí. Algunos le dan un sentido a lalengua y otros no. Entonces, algunos quedaron en la esquizofrenia y otros encuentran disímiles maneras de darle sentido a lo que pluraliza los Nombres del Padre. Habrá que ver hasta dónde extendemos eso de los Nombres del Padre, en relación a las soluciones que no son delirantes.

-Claudia Gambardella: Cuando hacías referencia a los animales y las máquinas [inaudible] el tema está en el lenguaje.

F.N.: Sí, está en el lenguaje. A mí ese es un tema que me fascina. Cada vez le encuentro más vueltas en Lacan. El asunto está en el impacto que tiene el lenguaje sobre un cuerpo. Los animales tienen un organismo y no sufren el impacto del significante y la máquina es un simbólico sin cuerpo. Nosotros le suponemos goce a las máquinas y a los animales, hasta hablamos con las máquinas. Mientras más personales se hacen las computadoras, más las tenés encima del cuerpo. El nombre de Blackberry -la pelota que llevan los presos encadenada a un pie- lo ejemplifica muy bien. Después Lacan le da la vuelta del objeto a.

Es fantástico cuando Lacan toma a Aldous Huxley en su ensayo sobre lo que ha hecho la civilización con los restos. Lacan plantea que los restos son un problema de la civilización. Nosotros vamos con la bolsita atrás del perro para recoger eso. Para el perro no hay ningún problema, hace donde hace. Y entonces, ¿a qué llamaríamos un animal doméstico? Huxley sostiene -y Lacan lo toma- que un animal doméstico es el que controla esfínteres. No es solamente que obedezca, que esté en el circo. A saber, lo que se ubica como propio a la civilización es que tienen una elaboración respecto del resto que es el objeto a, eso es lo propiamente humano. Ahí está la cuestión. Todo esto está en un ensayo que es fantástico, donde describe cuando se hicieron las cloacas, cuando la gente se empezó a bañar, los hábitos de limpieza y todo lo que es propio del discurso higienista.

Todo este asunto estuvo retocado por la pandemia. La pandemia tocó especialmente la cuestión de dónde está el resto. ¿Por qué el semejante era peligroso? Porque podía tener el objeto. ¡Y hasta uno mismo era peligroso para sí! porque yo podía contagiar a alguien y agarrarme de la cabeza porque lo maté sin querer. Cuando íbamos a hacernos un PCR, lo siniestro estaba dentro de uno, nos podían decir que uno lo estaba llevando. La pandemia, entre otras cosas, deslocalizó el objeto a. Por eso nos tuvimos que encerrar nosotros en vez de encerrar el objeto. El objeto podía estar en todos lados. Fue cuando localizamos el objeto que salimos a la calle.

-Fernanda Mailliat: Volviendo un poco al punto esquizofrénico, podríamos decir que es una cuestión estructural. Todos partimos de ahí, el casillero de salida dice "todos esquizofrénicos". Pensaba en lo que decías del pase, en ese punto donde los testimonios saltan a algo que no tiene sentido. ¿La vuelta para poder darle algún sentido sería efecto de entrar al el dispositivo como un modo de lazo a la Escuela?

F.N.: Lo que plantea Miller, es si eso resuena o no resuena. Por supuesto, hay toda una lógica. Uno arma un testimonio que tiene cierta lógica analítica. Armar un caso es lo mínimo que hay que hacer. Uno dice este era mi caso, así venía, así iba la vida cuando me encontré con el analista, tal cosa, tal otra y después, ¡pum! algo se resolvió. Pero hay un salto. Lacan en el Seminario 11, dice que hay salto al vacío, cuando habla de lo infinitesimal. ¿Cómo salís de seguir corriendo a la tortuga? Maradona era un genio, decía se le soltó la tortuga. Lacan dice que hay que dar un salto para salir del análisis. Está en muchos lugares, en la cuestión de los prisioneros también. Después tenés el tiempo de elaborar cómo diste ese salto. Está del lado del acto y el acto es sin pensar, sin sujeto. Hay un punto que es un salto. Después tenés que dar cuenta de eso. Me parece que al final está en ese goce que él llama opaco. En el análisis, los goces tienen colores. Está el goce rojo, verde, azul, etc. y uno los va ordenando. Opaco no es color. Opaco es sin sentido.

¡Muy bien, muchas gracias!

[Aplausos].



*Miembro de la Escuela de la Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. AME. Dr. Prof. Titular de Psicopatología I, UBA.

**El equipo de profesionales de PAUSA invitó a Fabián Naparstek a comentar el texto de J.-A. Miller, Ironía; en el marco del Seminario anual, "Ética y clínica de la urgencia", 2023.

Este texto es la desgrabación de la clase. Esta versión no ha sido revisada por el autor.

  • Miller, J.-A., (1993), "Ironía", Revista consecuencias nº7, 2011.
  • Freud, S., (1924), "La pérdida de la realidad en la neurosis y en la psicosis", en Obras completas, Vol. XIX, Amorrortu etitores, Bs.As., 1992.
  • Freud, S., (1915), "Lo inconsciente", en Obras completas, Vol. XIV, Amorrortu editores, Bs. As., 1992.
  • Miller, J.-A., (1997), El partenaire-síntoma, Paidós, Bs. As. 2008.
  • Lacan, J., (1954), "Respuesta al comentario de Jean Hyppolite sobre la Verneinung de Freud", Escritos I, Siglo XXI, Bs.As., 2008.
  • Ibid., p.373.
  • Ibid.,
  • Miller, J.-A., 1993, Op. cit.
  • Ibid.,
  • Ibid.,
  • Ibid.,
  • Lacan, J., (1967-1968), Mi enseñanza. Paidós, Bs. As., 2007.
  • Seminario diurno de la EOL 2023, "Lo inquietante de las locuras".
  • Lacan, J., "Petit discours de Jacques Lacan aux psychiatres", en el Cercle Psychiatrique H. Ey, Saint Anne, el 10 de noviembre de 1967.
  • Lacan, J., (1967-1968), Mi enseñanza. Paidós, Bs. As., 2007, p.102.
  • Miller, J.-A., 1993, op. cit.
  • Miller, J.-A., (2011), El Ser y el Uno, inédito.
  • Miller, J.-A., (1982) Del síntoma al fantasma. Y retorno, Paidós, Bs. As., 2018.
  • Miller, J.-A., (1988) "Sobre la lección de la psicosis", en El psicoanálisis 30/31, 2017, https://elpsicoanalisis.elp.org.es/sumario-digital-30-31/
  • Miller, J.-A., 1993, op. cit.
  • Miller, J.-A., (1998), La transferencia negativa, Ed. Tres Haches, Bs. As., 2000.
  • Miller, J.-A., 1993, op. cit.
  • Freud, S., (1901), "Psicopatología de la vida cotidiana", en Obras Completas, Vol VI, Amorrortu editores, Bs. As., 1980.
  • Miller, J.-A., Briole, G., et. al., La conversación clínica, UFORCA, Bs. As., Grama ediciones, 2020
  • https://congresoamp2018.com/
  • Laurent, E., Estabilizaciones en las psicosis, Manantial, 1989.
  • Althusser, L., El porvenir es largo, Destino, 1992.